Un día había un pequeño que se llamaba Tomás y el había nacido con dientes. Él era muy travieso y sus padres muy despreocupados. Sus padres no lo veían nunca porque pasaban todo el día en el trabajo, a Tomás lo cuidaba su niñera Rosita. Ella cuidaba Tomás todo el tiempo.
Un día en la noche Tomás se aburrió de que sus padres llegaran tarde así que se fue a buscar a sus padres.
Un día en la noche Tomás se aburrió de que sus padres llegaran tarde así que se fue a buscar a sus padres.
En un callejón se encontró con un ladrón. El ladrón se lo llevó a un depósito, lo dejó atado a Tomás y puso una bomba.
Tomás era muy inteligente así que con sus dientes mordió la cuerda.
Tomás tuvo suerte por que llegaron los policías y arrestaron al ladrón. Sus padres estaban muy preocupados y Tomás pudo hablar sus padres. No sabían que podía hablar y Tomás les dijo:
Tomás era muy inteligente así que con sus dientes mordió la cuerda.
Tomás tuvo suerte por que llegaron los policías y arrestaron al ladrón. Sus padres estaban muy preocupados y Tomás pudo hablar sus padres. No sabían que podía hablar y Tomás les dijo:
-Lleguen más temprano a la casa y sus padres le dicen que sí y desde entonces sus padres se preocuparon más.
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